ARTICLES

Hola a tots i totes!!!

Avui us deixo un article molt interessant de Laura Gutman que ens ajuda a entendre el què sentim quan tenim el nostre nadó i quan ens hem de separar d'ell.

Desitjo de tot cor que us agradi!!!

Desde la voz del recién nacido

Hola!!!
Aquí teniu un article molt interessant sobre criança respectuosa!!!!
Espero que us agradi!!!

Necessitar a la mare...


Bon dia, 

Avui us penjo un article molt interessant sobre com les carícies maternes ajuden al nadó.

Espero que el trobeu interessant i en gaudiu.

Les carícies maternes un gran poder sanador!!!

Aquí us deixo el link a l'article sobre el D-MER, sentiments negatius quan s'està alletant.

Espero que us agradi i sigui útil.

D-MER

Bona nit,

Avui penjo un article de la Laura Gutman que és curtet però intens i que diu una gran veritat sobre les mares que hem de treballar i atendre i alletar els nostres fills, aquest article ens dóna força i ànims per a seguir-ho fent.


Maternar y trabajar 
 
 Solemos creer que maternidad y trabajo son incompatibles. Sin embargo no importa si trabajamos o no. Importa saber si logramos fundirnos en las necesidades de los niños pequeños en relación al contacto corporal, el cobijo, la lactancia, los brazos disponibles, la mirada, la quietud y la presencia durante las horas que sí estamos en casa, incluyendo la noche.  Siempre es posible seguir trabajando, si es nuestro deseo o nuestra necesidad, sin que el niño tenga que pagar los precios del abandono emocional. Con frecuencia utilizamos el trabajo como refugio y excusa perfecta para no someternos al vínculo fusional con los hijos. En cambio otras veces nos lanzamos a ese misterioso universo sin tiempo y sin bordes que es el contacto corporal permanente con los niños pequeños, sabiendo que esa hazaña es invisible a ojos de los demás, y que en ese territorio no recibiremos reconocimiento ni apoyo. 
 
El problema no es el trabajo. El problema es la vuelta a casa. Pensemos cuántos minutos por día le dedicamos -de verdad- a la satisfacción pura de nuestros hijos traducida en piel, olor, leche, fluidos, abrazos y palabras llenas de sentido.
 
Cuando regresamos a casa, el niño que ya nos ha esperado con infinita paciencia siente que, ahora sí, ha llegado la hora de estar con mamá. A partir de ese momento merece ser resarcido, colmado de caricias, tiempo, abrazos y sonrisas y también merece recibir respuestas a sus reclamos legítimos ya que ha esperado estoicamente el regreso de su madre. Si somos capaces de delegar todo lo demás una vez que hemos regresado a casa, si comprendemos que no hay nada urgente más que nutrir a nuestro bebe de caricias y leche, entonces el trabajo no será un obstáculo para el vínculo amoroso entre la madre y el niño.
 
 
Laura Gutman

Bona nit,

Aquí teniu l'article d'e l'entrevista a en Carlos Gonzàlez, gaudiu de la lectura.

Els infants que dormen amb els pares tenen menys problemes.

Hola, 
Avui us deixo un article molt interessant sobre el tema de dormir, és una opinió entre moltes però si més no és interessant poder veure altres punts de vista, jo personalment el comparteixo.

Espero que el gaudiu:

No vol dormir sol LAURA GUTMAN

Petons i abraçades plenes de llum.

Aquí teniu un article molt interessant sobre el plor, espero que us ajudi a entendre millor als vostres nadons i a allegeurir alguns moments "durillos" davant el seu plor.

EL LLANTO (por Vimala Schneider)
Una vez me pidieron que hiciera una demostración de masaje infantil en un programa de TV. La presentadora empezó diciendo: "He oído que conoces la fórmula para que un bebé deje de llorar en diez segundos, con un masaje. ¡Espero que puedas demostrar esto hoy aquí!"

El bebé, una preciosa niña de cuatro meses, con quien yo había tenido una tierna conversación en la sala de espera, miró a la entrevistadora y empezó a llorar desconsoladamente. Yo no hice ninguna demostración de masaje porque sentí que habría traicionado sus sentimientos al utilizar el masaje como truco para calmarla (aunque dudo que lo hubiera conseguido). La entrevistadora terminó diciendo que la artimaña del masaje infantil no había funcionado. Tenía razón, como artimaña, no funciona.  Desgraciadamente esta no fue la última vez que me encontré con personas con mentalidad del "arreglo rápido". Mucha gente piensa todavía que los bebés son para mirarles, no para escucharles.  ¿Por qué lloran tanto los bebés? ¿Por qué esto preocupa tanto a los adultos? ¿Por qué la gente se muestra tan confusa sobre qué hacer cuando un bebé llora? 


Cuando somos bebés disponemos de pocos medios más que el llanto para expresar sentimientos negativos y liberar la tensión reprimida. Cuando crecemos aprendemos varias formas de afrontar el enfado, el miedo, el dolor, y el exceso de energía; más tarde las expresiones faciales, el lenguaje del cuerpo y las diferentes formas de hablar, nos ayudan a expresar como nos sentimos. Cuando el estrés de la vida nos satura, podemos dar un paseo o hablar con un amigo. Incluso cuando gozamos de buena salud, de vez en cuando lloramos; pero raramente lo hacemos delante de los demás. Hemos aprendido que llorar es antisocial y un signo de debilidad. Esta fue, probablemente, una de las primeras lecciones que aprendimos.
 La idea de "malcriar" se puso de moda a principio de este siglo. La gente empezó a pensar que era mejor dejar a los bebés llorar solos. La razón fundamental era que utilizaban el llanto para manipular a los padres y conseguir lo que querían, y que esto creaba carácteres desagradables y caprichosos. Para enseñar a los bebés que llorar era un comportamiento inaceptable y para que se acostumbraran a ser independientes, se les dejaba llorar solos hasta que se quedaban roncos y caían dormidos por agotamiento.

En los años setenta, un movimiento alejado de estas anteriores prácticas de cuidado infantil tomó impulso. Muchas mujeres volvieron a amamantar a sus bebés, se inventaron las mochilas porta-bebés, delanteras y traseras, e incluso expertos en bebés, como el Dr.T.Barry Brazelton, se retractaron de sus anteriores consejos sobre no permitir que los bebés estuvieran en la cama con sus padres.

Como resultado de todo esto, finalmente nos hemos dado cuenta de que la única manera de estropear a un bebé es abandonándolo.

Otras culturas han influido en este cambio. El avance de los medios de comunicación hizo posible que conociéramos, más de cerca, culturas del otro lado del mundo, las cuales todavía no habían estado perjudicadas por el llamado pensamiento moderno. Desgraciadamente, nosotros sí lo habíamos sido.

Las madres que antes habían podido dejar a su hijo llorando solo en una habitación, mientras sufrían en otra, acudían rápidamente a la mínima vocecita del bebé. Pero algo quedó todavía. Conseguir que el bebé no llore o no permitir que llore, sigue siendo nuestra obsesión.

Hay momentos en que necesitamos llorar, es un alivio, y si podemos hacerlo en los brazos cariñosos de otra persona, mucho mejor. Yo creo que los sentimientos de los bebés son tan profundos como los nuestros, y que sus miedos, penas y frustraciones, no lo son menos. Después de observar a cientos de bebés en las clases de masaje, y a los bebés de otras culturas, sé que llorar, algunas veces, puede ser un consuelo y que, a menudo, después de un "buen llanto" son más felices, mejora su digestión, y duermen más profundamente. No obstante, este "buen llanto", podrá serlo si transcurre en una atmósfera de amor y soporte, donde el bebé no es ni ignorado, ni acallado. Los padres pueden reconocer un llanto por hambre, por dolor físico, o por la necesidad de un abrazo, y responder adecuadamente.

Muchos de nosotros que hemos crecido en la época de "no malcriéis al bebé", hemos mezclado sentimientos relacionados con el llanto. Llegamos a un estado de ansiedad y tensión, y queremos que el niño/a deje de llorar por completo. El llanto nos provoca el miedo, y quizás el recuerdo de la angustia y el enfado que podemos haber sentido llorando solos en una cuna, sin respuesta. Puede que el llanto engendre también un sentimiento de culpa - Si mi bebé llora, es porque quizás no soy una buena madre.

Nuestra cultura refuerza estos sentimientos. Mucha gente se agita exageradamente por cualquier ruido que haga un bebé y asedia a sus padres con miradas severas al más leve sonido. Los desconcertados padres, a menudo responden castigando al bebé con fuertes siseos, disculpándose y marchándose para salvar la situación.

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La cultura occidental, tal como se ha desarrollado en los últimos cien años, ha reducido sistemáticamente nuestra sensibilidad a las señales de los niños/as y colocado una distancia antinatural entre padres y bebés y entre la familia y los miembros de una comunidad. Esta separación entre "Naturaleza" y "Crianza" ha creado un círculo vicioso de bebés llorones, noches sin dormir, y algunas veces malos tratos.

Naturaleza

En el mismo reino animal pueden encontrarse dos maneras de criar a los bebés: las especies que 'esconden', las cuales dejan a sus crías durante largos periodos mientras las madres buscan alimentos; y las especies que 'acarrean', que se mantienen en continuo contacto con sus crías.

El comportamiento que caracteriza a las especies que esconden, no se encuentra en los humanos. Estas crías deben permanecer en silencio durante los largos periodos de tiempo en que la madre está ausente para no atraer a los depredadores. Solamente orinan y defecan cuando son estimulados por la madre, para que el olor no atraiga a los depredadores. Además, los pequeños tienen mecanismos internos de control de la temperatura. La leche de la madre es extremadamente alta en contenido de proteínas y grasas, debido al largo tiempo entre las comidas, y los bebés succionan muy rápidamente.

Los humanos somos todo lo contrario, estamos más cerca de los animales de acarreo y del alimento frecuente. La leche humana es, de hecho, idéntica en contenido de proteínas y grasas a la de los monos antropoides, una especie de acarreo. Los bebés humanos succionan despacio y lloran cuando se sienten angustiados o cuando no están en contacto con los padres.

Crianza

Las observaciones de Konner, Brazelton y Mead, y los estudios de varias culturas no industrializadas, mostraron implícitamente el continuo contacto entre la madre y el bebé. Los patrones culturales caracterizados por un estrecho contacto entre madre e hijo/a y el amamantamiento prolongado, también fomentan un alto desarrollo sensitivo a las señales del bebé, tales como movimientos del cuerpo y las expresiones faciales que preceden al llanto.
 

Esto no quiere decir, sin embargo, que en estas culturas los bebés nunca lloran. Mientras raramente lloraban durante el día, era bastante frecuente que lo hicieran, durante largos periodos, al anochecer. Los adultos sabían que se trataba de una liberación y se lo permitían. Como dice Sandy Jones en 'Crying Babies, Sleepless Nigths', (Bebés llorones, noches sin dormir), "hay una diferencia entre no responder y responder y permitir, en la cual has utilizado tu propio criterio sobre lo que tu bebé parece necesitar".

La gente de estas culturas, por su propia experiencia de padres sensibles y un fuerte soporte del sistema social, están totalmente capacitados para diferenciar, de una forma espontánea y natural, el llanto apenado de un bebé que pide ayuda y otras clases de comunicación. El llanto de los bebés raramente despierta en los padres impulsos egoístas.
 

Egoísmo y altruismo

los estudios han demostrado que las personas responden al llanto de los bebés, ya sea de forma egoísta o altruista. Las respuestas egoístas se caracterizan por agitación y conciernen a uno mismo, se pretende que el bebé deje de llorar porque es irritante. Las respuestas altruistas se caracterizan por empatía en la incomodidad, se pretende aliviar al bebé del sufrimiento. El egoísmo y el altruismo están potenciados biológica y culturalmente. Las hormonas maternales, como la prolactina, son un factor que provoca una respuesta altruista al llanto del bebé; estas hormonas se incrementan por el contacto profundo y la lactancia materna.

Nuestra cultura cultiva y refuerza el egoísmo de muchas maneras. Hemos aislado más a las personas a lo largo de las últimas generaciones. Así la estructura de apoyo social para la mayor parte de los nuevos padres no existe. Las demandas de la economía y nuestros valores sociales, obligan a ambos padres a aportar ingresos financieros, a menudo a costa del incremento del estrés para los padres y bebés.

Los estudios revelan que el soporte social de los grupos de apoyo, está íntimamente relacionado con la seguridad de los vínculos entre padres e hijos.
 

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Un buen sistema de apoyo social puede mitigar los problemas entre los padres y los bebés. Madres en principio insensibilizadas, a las que se les da soporte, ayuda, ánimo, y afecto, pueden sensibilizarse hacia sus bebés; y los bebés que han tenido contacto con gente amigable, abuelos y cuidadores cariñosos, no están tan afectados por los problemas de dependencia madre/hijo-a.

Las teorías de los conductistas a principio de siglo, han producido varias generaciones de personas carentes de la seguridad básica que ofrece un fuerte vínculo con los padres. (..............) Muchos estudios recientes han demostrado que los bebés cuyos vínculos de dependencia han sido inseguros y ansiosos (como resultado de una falta de respuesta a sus indicaciones), más tarde fueron menos comprensivos con los demás, y menos dispuestos a aceptar ayuda y soporte de otras personas.

El resultado de este egoísmo provocado culturalmente, es una falta total de sensibilidad hacia los bebés, lo cual fomenta más sus llantos. Los estudios de Bell y Ainsworth, demostraron que no responder adecuadamente al llanto de los bebés durante los primeros seis meses, incrementa significativamente la frecuencia de sus lloros y angustias durante los seis primeros meses de vida y posteriores.

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¿Cómo podemos remediarlo?

Como todos nosotros, los bebés tienen varias y diferentes razones para llorar. Desgraciadamente, hemos perdido mucha de nuestra capacidad para intuir sus pensamientos y sentimientos. Muchas personas son capaces de reconocer un llanto agudo de dolor, pero la interpretación de otros llantos y quejas es filtrada a través de los velos de nuestras propias inseguridades y proyecciones. Puede ser más fácil adoptar una filosofía mecanicista, según la cual uno responde siempre de la misma manera, o no haciendo caso, o calmando. Pero a los bebés no les interesa la filosofía y son incapaces de ajustarse a la comodidad de sus padres (o de cualquier otro). Ellos necesitan la respuesta de adultos centrados, con claridad de pensamiento y cariñosos, que les ayuden a encontrar un camino en este mundo desconocido.

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No es necesario extra-analizarte a ti o a tu bebé. Solamente dedica un poco de tiempo a pensar en como respondes a las indicaciones de tu hijo/a. Finalmente encontrarás la conexión intuitiva que va creciendo entre los dos, y la confianza de que día a día vas comprendiendo mejor sus necesidades.
 

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El masaje diario puede ser una ayuda para este proceso, porque te ayudará a mantener literalmente el contacto con el lenguaje corporal y las señales no verbales de tu bebé.

Cambiar la sociedad comienza en el hogar. Incluso tenemos la oportunidad de influir en la cultura más allá de nuestro propio umbral. Podemos ayudar a futuros padres, abuelos, y amigos a tomar conciencia de las necesidades de los bebés. Podemos esforzarnos en dar soporte y ánimo a los amigos con recién nacidos.

También podemos expresar nuestra atención hacia los bebés en lugares públicos. Un día me encontraba haciendo cola en una tienda, y un bebé en un cochecito empezó a llorar. Varias personas se pusieron nerviosas y algunas fruncieron el ceño y sisearon. La madre del bebé lo tomó en brazos y dirigiéndose a las demás personas, con una cálida sonrisa, dijo en voz alta "¡Tiene mucho que decir!". Instantáneamente la gente se relajó y sonrió. Una mujer se acercó y acarició al bebé con unas palmaditas.

Forzar a los bebés a dejar de llorar, parar sus lloros tapándoles la boca, y permitir a los bebés llorar "catárticamente", pueden ser excusas para no dedicar un tiempo a escuchar lo que ellos quieren decir. No existe una solución rápida. Unos buenos padres --una buena 'cultura'-- deben pasar por los, a veces difíciles, procesos de respuesta individualizada a las insinuaciones de los bebés, con compasión y sentido común.


Vimala Scheneider (fragmento de Mothering --Ser madre--)
Pienso que tenemos que aprender a acompañar a nuestros bebés en todas y cada una de sus emociones. A veces simplemente tenemos que estar ahí para escucharlos.

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